Cumpleaños Feliz en Torremolinos. Carrera en Churriana.

Empecemos la historia. De un cumpleaños. ¿Pero esto no es un blog de historias de dos ruedas?

Sííííí.

El cumpleaños de Noelia coincidía con una carrera, la de Churriana. ¿Pues por qué no celebrarlo todos juntos allí?

La historia, por tanto, empieza en Torremolinos, y transcurre entre este lugar y Churriana. El cumpleaños en Torremolinos y la carrera en Churriana.

La carrera sería por la tarde. Y el cumpleaños lo podríamos celebrar después de la carrrera.

Y siempre que vamos a esta carrera, nos alojamos en Torremolinos. Lugar que nos encanta. Esta vez en el hotel Isabel, ya conocido, enfrente del mar.

Habíamos reservado para celebrarlo por la noche, en nuestro restaurante favorito, José Cerdán, chiringuito de la playa, que no me cansaré de recomendar.

Nos esperaba un gran día.

La carrera era a las cuatro de la tarde. Entonces, había que comer antes de las dos. Ibamos a llegar justos de tiempo.

Vamos a ver cómo lo hacemos.

Vamos al mercado de Andújar prontito el sábado. Y pensamos en hacer unos espaguetis con verduras que será nuestra comida y nos la llevamos al hotel.

Y así fue.

Y nos comimos los espaguetis en la terraza del hotel.

Y enseguida había que irse para Churriana. Carmen, Luis y yo.
Noelia y Tomás se quedarían en la playa disfrutando de su cumpleaños.

La carrera de Churriana a las cuatro. Menos mal que no hacía excesivo calor.

Doce vueltas a un circuito urbano. Una de las carreras más exigentes. Donde no se puede perder comba. Luis ha participado muchas veces. Ha ganado una vez, otras ha estado en el podio, y otras no.

Los M60 se mantuvieron todos juntos excepto uno que se escapó y que llegó primero. A los 30 segundos llegaron varios M60, entre ellos Luis, y se la jugaron al sprint, donde Luis quedó el tercero. En la carrera, por tanto, el cuarto puesto. ¡Vaya! Con la gran carrera que hizo. Pero es tan difícil. Estaba satisfecho.

Y lo bueno de no tener podio, es que nos podíamos ir antes. Y por tanto, nos daba tiempo a disfrutar de la playa.

Y así fue.

Y dar un paseíto antes de la cena. Y una foto romántica, para luego poner en el whatsapp.

Y ya para el restaurante a celebrar el cumpleaños de Noelia.

Una mesa fuera, porque hacía muy buena noche. Y la cena de 10. Calidad, atención, servicio.

¡Qué gran noche misteriosa!

Nos fuimos para el hotel. Aún quedaba algo más. Era la noche de Eurovision. ¡Cuántos acontecimientos!

Llegamos justo cuando iban a empezar las votaciones. ¡Lo que nos esperaba! ¡España luchando por ganar! Emoción hasta el final. Aunque nos temíamos lo que podía pasar y pasó. No importa. Creo que para todos los españoles era una victoria. ¡Enhorabuena Chanel! Tercer puesto pero ganadora.

Hemos sido felices el fin de semana. El ser humano busca la felicidad. Pero según muchos expertos y conocederos de esta tema, es un error la búsqueda de la felicidad. Para ser feliz o algo parecido necesitamos tener un sentido, un propósito en la vida. Eso es lo que nos proporcionará esa paz interior que nos permitirá ser felices.

Claro que sí.
Y termino esta entrega, yo, una mujer mayor, porque mayores son lo que sobrepasan los 60. Una mujer con un propósito. Disfrutar con estas escrituras. Pero solo puedo hacerlo cuando compruebo que con ellas disfrutan los que las leen. Ese es mi verdadero propósito. Compartirlo. Si puedo hacer felices a los que me rodean, yo soy feliz.

Y en la radio, en el coche, a la vuelta, además, escuchamos a Miguel Ángel Tobías, un productor y director de cine, que acaba de hacer una serie documental, con personajes, sobre el Camino de Santiago, la titula: ”El camino interior”. Él dice que nadie queda indiferente después de hacerlo. Es una experiencia donde el ser humano busca y encuentra su interior.
Me apunto el Camino de Santiago como propósito futuro.
Sigo con mis propósitos cercanos la semana próxima.