Subida al Límite Villa de Caniles

En un pequeño pueblo de la sierra de Baza, Caniles, se iba a disputar una bonita carrera perteneciente al circuito provincial de Granada.

Primera vez que se organizaba. Por tanto, todo nuevo; la carrera, el pueblo, los alrededores.

A dos horas y 20 minutos de Andújar. Por lo que nuestra intención iba a ser irnos el día de antes.

Pues con ganas, busqué un sitio que me convenciera. Lo más importante, como siempre, que nos garantizara un buen descanso y, a la vez, si estaba bien situado, pues mejor. Y todo lo que conocieramos, fantástico 😊.

Pues después de mirar bastante, reservé un hotel en Guadix. Un poco lejos, a 40 minutos, pero me pareció el mas aceptable de los que vi.

Luego se comprobaría que no.

Llegamos a Guadix a las ocho de la tarde. Corría una brisa agradable. Menos calor que en Andújar. El hotel estaba bien situado. A la entrada, pero bien para salir pitando a la mañana siguiente.

Íbamos los tres, Carmen, Luis y yo.

Nos fuimos a dar un paseo y ver si encontrábamos un sitio para cenar. Sino, ya habíamos visto que se podía cenar en el hotel.

Y enseguida llegamos al centro y vimos lo primero, su bonita catedral.

En la zona hay restos romanos de un teatro.

La hora de la tarde con ese color tan bonito.

Y en las proximidades de la Catedral, encontramos la plaza de la Constitución, también conocida como Plaza de las Palomas.

Y sin quererlo prácticamente, dimos con un estupendo restaurante. Restaurante ”El Refugio”. Casi todo reservado, pero conseguimos una mesa. En la plaza, al aire libre.
Se estaba genial. Enseguida nos atendieron y degustamos y disfrutamos de ricos manjares.

Muy bien cenamos y con una tranquilidad que no se paga con dinero.

El dinero que a mí no me importa pagar para dormir en un buen sitio. El hotel, M Carmen, de tres estrellas, nos pareció correcto. Y el personal de recepción, amable.

Pero, por desgracia, en la habitación de al lado, a partir de las 24 horas decidieron que era momento de hablar, reír, jugar, y nos dieron las dos y las tres, como en la canción de Sabina, con los ojos como platos. Deberíamos haberla montado pero no lo hicimos. Salimos a las ocho de la mañana y con la idea de olvidar para siempre la noche que habíamos pasado.

El problema mayor era para Luis, que cuando duerme mal, y tiene carrera, lo paga. Una pena.

Tardamos unos 40 minutos en llegar a Caniles, después de dejar a un lado Baza. La próxima vez nos iremos a Baza a buscar con suerte un lugar mejor.

La carrera iba a salir a las 10 de la mañana. Muchos participantes.

¡A por todas Luis!

Y nosotras nos quedábamos en el pueblo. La salida estaba en un parque chulo. Nos dispusimos a visitar el pueblo.

Preguntamos a un camarero del bar que había en el parque, que qué podiamos ver. Nos dijo: poca cosa, la verdad. Se nos quedó cara de incredulidad.

Pero parece que iba a ser la verdad.

Otro paseo por otra parte sin ver nada, solo este grafiti que lo firmaba un tal Cebolla y nos pareció curioso, aunque no era muy bueno.

Y nos fuimos otra vez para el parque, que era lo mejor del pueblo. Nos sentamos en el bar, con sombritas, tomamos algo de beber y después algo de comer, porque nos entraba hambre de esperar. Unas patatas bravas. Estaban ricas.

En la mesa de al lado estaba el speaker Anguita. La gente le iba preguntando que si sabía algo de la carrera, pero comentaba que no, que no había cobertura arriba y no le llegaban noticias. Paciencia.

Ya sobre las 12:00 empezaron a llegar algunas noticias. A las 12:10, Luis nos dijo que había sido tercero y con suerte. Que una caída había afectado a parte del pelotón y había habido un corte que le perjudicó.

Cosas de las carreras. Tercero es fantástico.

Dieron jamones y chorizo. Muy bien por los patrocinadores.

Gracias a este puesto, Luis ya ha conseguido ser el Campeón provincial de Granada. Y le darán otro maillot de esos que nos encantan y nos ponemos sus hijas y yo.

De vuelta volvimos a pasar por Baza, Guadix, donde las cuevas aparacen por doquier. Tierras de Granada, límite con Almería, mezclas de paisajes, siempre llamativos y espectaculares.

Pararíamos a comer en Darro, restaurante Ecuador, ya fijo en nuestras rutas hacia esas tierras. Y donde muchas veces me encuentro con conocidos.

Volvíamos con sueño, por haber pasado mala noche. Nos tomamos un buen café con hielo.

Puse música de colecciones que llevamos en el coche. Alejandro Sanz, Bisbal, Bosé… Bonitas, románticas, que nos ayudaron a llegar.

Luis lo dio todo en la carrera, como en alguna canción que escuchamos. Y volvió a subir al podio.

¡Enhorabuena Luis por tantos triunfos! Y que nosotras los veamos.

Y que todos los leamos. Y acompañando a estas letras, disfrutemos también de esas magníficas fotos de todos los lugares que estamos conociendo y de las comidas que nos preparan en ellos.

Hasta la próxima carrera, en septiembre, iremos a Torrox. Buen sitio. Allí sí dormimos bien.