Ciudad de la costa tropical ubicada entre el mar y la montaña. Fue en su origen un pequeño enclave fenicio llamado «sexi», de ahí el gentilicio formal «sexitano».
Pues después de esta pequeña descripción, llegas allí y sientes el placer y la sensación de bienestar de estar en un lugar especial.
Nos íbamos a hospedar en el hotel Helios, costa tropical, en la playa de San Cristóbal. Lo conocíamos del año anterior y nos había gustado mucho.
Por su ubicación espectacular. Desde la maravillosa terraza de la habitación podíamos disfrutar de unas hermosas vistas.


Las primeras fotos para el recuerdo.


Y el hotel también nos daba la bienvenida.


¿Quién da más?
Y nos fuimos a comer.
Justo enfrente un chiringuito, vamos a probar. Teníamos hambre y ya era tarde. No podíamos buscar mucho.
Y acertamos.



Nos fuimos muy contentos de la comida.
Y para la playa, con nuestras sillitas y nuestros libros. Luis me había buscado uno y empecé a leerlo y me fue encantando. Ya no puedo dejarlo.

Jaja, pero antes de ponerme a leer tenía otra cosa que hacer. ¡Darme un baño!

Cuando sales de darte un baño con el agua tan fría, es mayor aún el placer.
Una conocida que vimos en la playa y que tiene casa en Almuñécar, nos recomendó un restaurante para cenar, «El Cortijillo». Nos defraudó. Muy, muy flojo. ¡Borrón y cuenta nueva!

Y nos vamos al domingo. Día de la carrera.
Salida a las 10:00. Al lado del hotel. Subida al puerto de la 🐐, muy muy dura. El día estaba plomizo, nublado, bochorno. ¡Vamos a ver cómo se nos da, decía Luis!
Pues ya, después de tantas carreras, y de lo que ha ido ganando con su esfuerzo, puedo deciros que no me sorprende, pero que me impresiona.
Ha sido segundo. Enhorabuena. Es una montaña que pasa factura y si no regulas tus fuerzas lo puedes pagar caro.


Los tortolitos.
Y estaba incluida la paella. Y bastante buena, por cierto. Muy bien organizado todo.


¿Se puede pedir más?
Preciosa playa con baño incluido, éxito en la carrera y acabar con una paella. ¡Madre mía!
Y estoy acabando esta crónica con la victoria de Nadal en el Roland Garros, el deportista de los deportistas, el que nunca va a dejar de impresionarnos.
Y ahora vamos a preparar unas berenjenas en vinagre, que pondré pronto en mi canal.
¡Yo también quiero impresionaros!