Descubriendo Andalucía con la bici a cuestas
Cártama – Almuñécar
Cártama – Almuñécar

Cártama – Almuñécar

Llegaba un fin de semana muy interesante, después del maravilloso fin de semana previo del Campeonato de Andalucía.

Nos íbamos el viernes para participar en dos carreras.

Una el sábado en Cártama y otra el domingo en Almuñécar.

Ambas carreras en subida. La de Cártama, contrarreloj. La de Almuñécar, en línea.

Subidas de primera, aunque todos parecen coincidir en que la más dura, durísima, es la de Cártama. El año pasado la ganó Luis, nada menos que a Juan Moreno, por pocos segundos. Este año, competiría con muchas ilusiones, ya que venimos de unos grandes resultados en el Campeonato de Andalucía, y eso da un plus de energía. Luego pueden pasar muchas cosas en carrera, son tan difíciles.

Llegamos de noche a Torremolinos. Esta vez sería una visita rápida. Últimamente parece que solo nos gusta ir ahí.

Esta vez nos alojamos en el hotel Essence Boutique. Es muy cuco. Me encanta. Y cenamos allí. Tienen buffet que está bastante bien.

La carrera sería el sábado a las 9:00. Estábamos a media hora de Cártama. Madrugamos y nos fuimos. Estancia relámpago en Torremolinos. Los espetos para otro día. ¡Qué remedio!

Yo me quedaba abajo. Es la subida a las Tres Cruces. Es un calvario. La organización hizo las fotos pertinentes y aquí muestro algunas que ponen en evidencia el esfuerzo de esta subida.

Yo esperaba noticias abajo y estuve acompañada de Josefina, y nos entretuvimos charlando y paseando.

Luis me avisó cuando llegó, pero no sabía qué puesto tenía, porque los jueces no lo querían decir arriba, y al bajar, lo dirían. Tardó 34:43 minutos.

Enhorabuena Luis. En una de las pruebas más duras del calendario. Las Tres Cruces.

Y ahora nos teníamos que ir a Almuñécar. Podíamos llegar a buena hora para comer.

En el camino busqué en mi blog la visita a Almuñécar del año pasado, porque no me acordaba muy bien dónde comimos. Me entretuve leyendo en voz alta la crónica. Fue en julio, en una jornada de calor tremendo, estando de vacaciones en Chiclana. Este blog es una maravilla.

¡Cómo se olvida todo! Yo lo sé. Por eso empecé a escribir. Me gusta rememorar. Y leí el restaurante. Pues volveríamos a repetir.

Sobre las 14:30 llegamos.

Primero al hotel. Hotel Helios tropical. Enfrente del mar. Que ya conocemos y es bastante bueno. En la playa de San Cristóbal. Lugar acogedor y con ambiente, pero no masificado.
Nos las prometíamos felices para disfrutar de una tarde de playa.

Y nos fuimos con alegría al Restaurante Botos. Enfrente del hotel.

Con una copa de vino de Rueda Verdejo, Protos, pues me dio por decir tonterías y, claro, a grabarlas.

Y pensar que la que escribe podría ser rica, si por libros fuera. Pero eso es otra historia. Si fuera rica no estaría escribiendo estas historias seguramente.

Después pedimos un tiramisú.

Comimos bien.
Pero…

La tarde de playa se había estropeado. Por culpa de un viento bastante desgradable.

Nos fuimos a descansar y a ver si luego dábamos un paseo.

Sííííí.

Y ya después hacia el hotel. Una bonita noche.

A dormir.

Por la mañana a las 8, dejamos el hotel.

La carrera de Almuñécar es la subida al Mirador de la Cabra. Ya su nombre nos está diciendo que hasta ahí solo suben las cabras.

Afortunadamente a los M60, junto a las féminas, les quitan kilometraje. La carrera sale para ellos desde el kilómetro 12. ¿Y cómo se hace eso? Pues nos vamos en coche hasta allí. Cuando van a llegar los otros corredores que salen desde el kilómetro 0 a ese punto, un juez permite que salgan los del kilómetro 12 y ale, todos en carrera. Luego llegan como locos y se echan encima.

Y yo, antes de que saliera Luis, me fui con el coche a la cima. Se me hace interminable esta subida con el coche. ¡Imaginaos con la bici!

Pero una vez arriba, pues como una cabra, en el Mirador de la Cabra.

Eran las 13:30. Dijimos de comer antes de irnos. Nos fuimos para el coche y al ir a colocarlo todo nos damos cuenta de que nos falta la bandeja del maletero. Nos la habíamos dejado en la montaña. Ni cortos ni perezosos nos aventuramos a subir de nuevo. ¡Qué locura! 40 minutos de subida y otros tantos de bajada. Y arriba llegamos y no estaba la bandeja, se la habían llevado. ¡Qué horror!

Estábamos muertos.
Los planes de comer nada más entregados los premios hechos añicos.

Pues ahora buscaríamos un sitio para comer en la carretera de esta dichosa montaña del Mirador de la cabra.
¡Como cabras nosotros!

Paramos en un restaurante en Otivar, lugar de donde salieron, en el kilómetro 12, estaba lleno. Fuimos a otro, Bella Vista. Comimos bien.

Salmorejo y costillar de cochinillo asado a baja temperatura. Un buen descubrimiento. Bueno, algo positivo después de esta odisea de montaña.

Un fin de semana completito. Dos grandes victorias para el recuerdo. Bonitos paisajes de playa y montaña. Ricas comidas. Atracón de carretera al final. Pero que todo lo malo venga por ahí.

¡Qué temporada Luis! Vuelas en las montañas. No me sorprende, es la respuesta a esas croquetas, que te dan ese plus.
Como dicen en los múltiples comentarios en las redes. ¡Estás que te sales! Una segunda juventud.

Y Nadal acaba de ganar su 14º Roland Garros. Seguro que también come croquetas.

Y ya nos quedan dos carreras en Jaén antes de las vacaciones, que disfrutaremos de nuevo.

Un comentario

  1. Noelia, coming soon

    Q chula la entrada!!! Enhorabuena!!! 🍾🎈🎉 ese hotel y playa de Almuñécar lo apunto y el restaurante como no!! Q pintaza todo!!! Están muy chulas las fotos, muy guapos 😘😘😘😘😘💪💪💪💪

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