Prometía fantástico. Fin de semana en tierras de Almería. Con una carrera de Copa de España el domingo. Carrera de las complicadas por la dureza del recorrido y por el kilometraje.
Pero no hay miedo. Hay ilusión por participar y disfrutar de lo que nos encontremos.
Nos fuimos el viernes por la tarde. Intentamos salir lo antes posible, que sería las 17:00 pasadas de la tarde. No queríamos que se nos hiciera de noche. Difícil. Y con la complicación de la lluvia. Tan necesaria, y tan inoportuna en un viaje.
Pero no hay miedo. Solo ilusión. Para Almería, en concreto para Vera, nos fuimos Luis, Carmen y yo. Nos esperaban tres horas y media de viaje.
Mala visibilidad. Nieve en las montañas. Lluvia en la carretera.
Llegamos sobre las 21:00. Al Hotel Adaria Playa. Que ya conocíamos de otro viaje anterior a Vera y nos había gustado. Muy cerca de la playa. Pero que en aquella ocasión no habíamos podido visitar. Ahora sí podríamos porque íbamos a tener el sábado entero para conocer toda la zona.
Había reservado media pensión. Muy bien de precio. Muy aceptable el buffet. Cenamos y, al salir del comedor, vimos en el hall un futbolín y un billar. Y echamos una partida en cada uno. Muy chulo. Íbamos a repetir al día siguiente por la noche, porque nos gustó mucho. Y ya veréis algunas fotos.
Nos fuimos a dormir. Camas cómodas.
A la mañana siguiente, después del desayuno, Luis se iba a dar una vuelta con la bici y nosotras le acompañaríamos con el coche. Intentamos ir por donde iba a ser la carrera y acertamos. Nos fuimos hacia Mojácar.
Mojácar
Mojácar, situada en lo alto de una colina de la Sierra Cabrera, pueblo encantador. En estos momentos de la mañana del sábado solo vimos Mojácar desde fuera. No entramos en sus calles. Dejamos el coche en la carretera de subida al pueblo y nos quedamos esperando a Luis dando un pequeño paseo. Ya lo visitaríamos el domingo cuando Luis estuviera disputando la carrera.
Luis se dio la vuelta con la bici y bien, conoció un poco el recorrido y nos fuimos con el coche a Vera Playa.
El hotel se encuentra en El Playazo, la playa más grande de Vera. Nos fuimos a dar un paseo por la zona donde no hay paseo marítimo.
Pudimos quedarnos en manga corta.
Chalet con arquitectura típica.
Preciosa zona entre la playa.
En plan deportivo.
Y claro, después de este baño, no de agua, sino de sol y airecito, ¡nos entraron unas ganas de comer!
Y no veíamos nada abierto. Los chiringuitos cerrados. Nos fuimos hacia la zona del hotel. Y vaya 😮, encontramos un sitio con muy buena pinta, un beach club, Restaurante Maraú se llamaba.
Y allí que entramos.
Restaurante muy bien situado.
Comimos de 10.
Ensalada de tomate Almeriense.
Riquísimos.
Lubina y verduritas.
Secreto
Tarta de queso
Nos gustó mucho el sitio. Maraú. Muy recomendable.
A descansar y por la tarde teníamos que ir a recoger dorsales a una gasolinera en el término de Mojácar. Y ya pensamos que teníamos que aprovechar a ver la playa de esa zona. Y así fue.
Hacía fresquito.

Buscando cosas.
Yo buscaba y Luis encontraba. Y además me contaba esto referente a lo que encontraba. Te puedes encontrar la pluma de una gaviota que ha volado por varios continentes; piedras de colores que proceden del interior de la Tierra, hijas de Vulcano, que emigraron del ultramundo para mostrar su belleza; huellas de personas desconocidas, algunas pueden ser buenas y otras sabe Dios, maltratadores, pero que paseando por la playa parecen iguales; huellas de perros, que tienen unos dueños muy educados ya que guardan sus defecaciones en bolsas de plástico y otros un punto menos educados que depositan la bolsa con los excrementos en la playa.
Y todos esos pensamientos transcurrieron en muy poco tiempo, mientras dábamos un tranquilo paseo por la playa de Mojácar.
En esta playa hay muchos beach clubs. Fuimos a uno a ver si podíamos pasar al servicio. Y a Luis le prohibieron el paso por ir en chándal. El portero, que daba miedo. Jaja, ¡para una vez que va en chándal!
Y nos fuimos para Vera, para el hotel, para cenar. El buffet, está bien. Era sábado y a las 22:00 habría actuación musical. Pero antes echamos unas partidas de futbolín y billar.
Ella fue la campeona. Arrasó.
Aprendiendo, aunque me cuesta.
Foto con la campeona.
Y después de la paliza que nos dio, pues a dormir la mona. Que al día siguiente esperaba una difícil carrera.
La salida en Vera.
Empezando.
Primer paso por la subida en Mojácar
Le vimos pasar por Mojácar muy bien. Luego volverían a pasar pero ya al final de carrera. Y nos fuimos hacia la meta. Tardarían más de una hora en llegar. Había poca gente en línea de meta. Nos sentamos un poco y escuchamos: el dorsal 280 tiene avería y necesita otra bici. ¿Cómo? Ese dorsal era el de Luis. ¡Dios santo! ¿Qué ha pasado? Preguntamos y efectivamente se le había roto la bici y parece que le iban a dar otra. Pero claro, ya nos quedamos tan desilusionadas porque nos imaginábamos que habría perdido un tiempo precioso.
Dimos una vuelta por el pueblo, que es muy bonito. Compramos una pequeña fuente de cerámica.
Creo que es inglesa.
A 100 metros de meta. Pero estaban al revés los carteles, jaja. Los ciclistas no los iban a leer.
Y nos volvimos a la meta. Y empezaron a llegar. Y cuál fue nuestra sorpresa, que cuando habían entrado menos de la mitad del pelotón anunciaron que se había acabado la carrera. Habían dejado fuera de control a más de medio pelotón. Por una diferencia de 4 km. ¡No hay derecho! Luis llegó no obstante a la meta, como si compitiera con la bici que le habían dejado.
Una carrera perdida. Según llegaban los ciclistas, las protestas eran unánimes. No había derecho a esto. Ir tan lejos, a Almería para que los echen enseguida de carrera. ¡No hay derecho!
Tocaba resignarse, y a devolver la bici, que nos den la nuestra y nos vamos para casa. Pues venga, Luis, vete a por la bici. Luis se va hacia donde teóricamente iría el coche con su bici y cuál es nuestra sorpresa, de nuevo, que nos dicen que ese coche que lleva nuestra bici, no puede parar, que va a estar en la otra carrera de M30 y M40 y que no nos podrán devolver la bici hasta que finalice esa carrera. Y eso sería para las 15:00 de la tarde.
Y ahí tuvimos que cambiar los planes. Si pensábamos irnos y comer por el camino, ahora tendríamos que comer aquí, en Mojácar.
Pues no hay mal que por bien no venga, como se suele decir.
Cerca de la línea de meta vimos un restaurante italiano, “Napoli”. Pues “molto molto veloce” reservamos para las 14:00.
Al solecito. Tan ricamente. Al fondo, la línea de meta. En la terraza del restaurante. ¡Molto bellos!
Lunette D’Alba. Con trufa y setas. Muy rico. Para Carmen.
Lasaña. Para Luis.
Cavatelli a la calabrese. Pasta picantita. Para mí.
Que no falte el tiramisú, para todos.
¡Y vaya que comimos! A ver ahora quién se iba para casa.
Como pudimos, nos levantamos, sin ganas, cogimos el coche y pusimos rumbo a la mia casa.
En este viaje a Almería, hemos conocido Mojácar, uno de los pueblos bonitos de España, que por la impresión que tuve, habitaban más extranjeros que españoles. En este viaje hemos comido, faltaría más, cada ocho horas más o menos. Conocimos un restaurante espléndido en Vera, al que volveremos. Digo esto porque, cuando estoy acabando de escribir esta crónica, ya sé que el Campeonato de España será en Almería, en Huercal Overa, cerca de Vera. Pues volveremos en Septiembre.
Tendré que mejorar mi estilo en el billar, para echar alguna partidita. También se puede ensayar algún baile, que en el hotel ponen música.
El camino de vuelta a casa, largo, pero con bonitos paisajes, conocimos a un grupo, Los Punsetes”, de música indie. Escuchamos una canción que decía:
¿Qué tipo de viejo vas a ser? ¿Qué final vas a tener? Y así, la letra, deprimente. Y así sus canciones. Para cuestionar nuestra existencia.
Y cambiamos de emisora. Y escuchamos: “Solo si es contigo”. Recorrería el mundo contigo. De Bombai-Bebe.
Y eso es los que hacemos, contigo, Luis, recorremos el mundo, con la bicicleta. Digo el mundo, porque no descarto ir a un Campeonato del mundo. Aunque seamos viejos, jaja.
Esta vez no hubo triunfo, pero sí hubo una gran carrera, de nuevo. La Guardia Civil fue la única que dijo que no.
Todo no puede ser perfecto.
Hasta la próxima, en Málaga y Granada, doble cita. Arrivederci.
Aunque has tardado, ha merecido la pena la espera. Crónica maravillosa de nuestras andanzas por España con una bicicleta a cuestas. Cada día te superas. Dicho esto, quiero comentar contigo algunas cosillas. La primera, Carmen nos ha demostrado que es una experta en el billar, ¿a qué se dedicaba en la universidad? Y encima dice que en lo que es buena es en futbolín. Nos la imaginábamos de desarrollador de aplicaciones móviles, community manager, administrador de redes y sistemas, especialista SEM/SEO, ¡y resulta que es especialista en futbolín! A qué se decicó Noelia es mejor no pensarlo. Y la segunda cosa que quiero comentarte es que por fin he realizado una fantasía erótica que tenía reprimida. Esa que hemos visto en muchas películas de cine cuando el bueno coje por detrás a la chica para enseñarle los trucos del billar, jajaja. En mi fantasía vestía de smoking y tú con una falda de tubo, pero lo importante es la imaginación, jajaja. Sayonara, baby.
Q chulo todo, q ganas de conocer Mojácar!!! En la carrera me dediqué a aprender dialecto calabrés, ahora me entero que no sirve de nada, nadie es perfecto. Besitos 😘😘😘😘😘💪💪💪🇪🇸