Descubriendo Andalucía con la bici a cuestas
Historias del 2022
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Empieza la competición.

En Cabra. En la Subbética.

Un día con niebla. Temperatura aceptable.
Nosotras preparadas.

Como podemos observar en las fotos que nos preceden, dos magníficas aficionadas, fotógrafa y una servidora reportera, nos subimos a la ermita de la Virgen de la Sierra a esperar a la caravana multicolor que iba a ascender a esta preciosa montaña.

Nos dimos cita primero en el pueblo. Y esta vez, a diferencia de otras, llegamos directamente por la mañana, desde Andújar. No hicimos noche en Cabra, por variar algo.

La carrera empezaba a las 11:00, el día 28, día de Andalucía. Y, como que esta vez, no nos apetecía pasar el domingo en Cabra. Y así lo hicimos. Dormiríamos en casa y eso siempre es bueno.

Cogimos dorsales a las 9:30. Desayunamos Carmen y yo en un bar que hay al lado de donde se entregan dorsales y luego sería la ceremonia de premios. Riquísimas las tostadas con aceite, tomate y jamón. Y nos saben a gloria.

Después del desayuno, al coche y Luis a prepararse. Y cuando ya lo está, nosotras nos subimos con el coche una media hora antes de que empiece la carrera. Unos 25 minutos en coche.

Y ahí arriba, respirando aire puro, admiramos ese precioso marco que es la Sierra de Cabra. Aunque había niebla.

Pero no importa, esta carrera nunca defrauda.

Y siempre con las expectativas a tope de hacer un buen papel.

Luis y nosotras. Luis dándolo todo y nosotras plasmándolo con fotos de Carmen y yo con mi crónica.

Llevábamos además unos prismáticos y pudimos hacer una foto de lo más chula, una vez localizamos a Luis.

Ahí le tenemos entre la niebla.

Y enseguida nos acercamos a la meta que ya llegan.

El último esfuerzo.
Aquí Victoria, aplaudiendo al campeón.

Porque ese día ganó. Una gran carrera. La primera victoria de la temporada. En una de las más bonitas, por el entorno y por la dureza. Siempre con una gran participación.

Se había encontrado muy bien. En el llano, hasta llegar al inicio de la subida, su equipo le ayudó a no descolgarse y eso fue muy importante.

Después, él solo, ya lo dio todo.

Con la copa y el aceite de Cabra.
Sin mascarillas.
Disfrutando de la victoria.

Esta vez no hay historias de hoteles, comidas u otros avatares. Solo del desarrollo de una carrera de montaña.

La historia de un esforzado ciclista M60, que quiere disfrutar con la bicicleta y que disfrutemos con él.

Una vez más lo consiguió. Magnífica carrera que se marcó.

Empezamos el año de 10. Muy alto pones el listón, Luis.

Nos vemos en la próxima. Será en otra montaña, quizás por Granada.

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